“Y
ahí está… lo que nos dicen que debe ser admirado,
conviviendo
con lo aún no descubierto…”
Me
pregunto ¿qué pasaría si algún día alguien, imitando a Shi Huang Ti (el primer
emperador chino, quién ordenó a quemar todos los libros para que la historia
comenzara con él) decidiera quemar todas las guías turísticas del mundo… Si no
hubiera forma alguna de saber que atractivos turísticos posee un lugar, que
Patrimonio debe ser valorado y conservado para el presente y las futuras
generaciones?
Si
el turista estaría perdido, si todo debiera volver a empezar…
¿Qué
construcción del Patrimonio haríamos? ¿Qué historia elegiríamos contar?
Una
de las materias primas que el Turismo posee es el Patrimonio, ya sea cultural o
natural, tangible o intangible. Lugares que por su belleza natural o por el
significado e historia que encierran, son dignos de conservarse.
Pero
¿Cuál es la paradoja de esto? Por un lado, el Patrimonio es una construcción
social, y por el otro, es la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura) la institución encargada de elegir y
distinguir, a ciertos paisajes, construcciones o elementos intangibles, con la
categoría de “Patrimonio Mundial de la Humanidad”.
Esta
categoría surge en 1972 a partir de la convención de la UNESCO y se constituye
como una forma de proteger ciertos bienes históricos y culturales frente a las
amenazas que sufrían bajo el impacto del modelo capitalista.
Sin
embargo, podemos pensar ¿cuáles son los criterios que se utilizan para
categorizar ciertos bienes como patrimonio?, ¿qué actores son los que definen
estos criterios?, y ¿cuáles son los efectos sociales que estas declaratorias producen?
En
cuanto a los criterios de elección, los bienes culturales deben cumplir alguno
de estos requisitos:
·
Representar una obra maestra
del genio creativo humano.
·
Ser la manifestación de un
intercambio de valores humanos
·
Aportar un testimonio único
de una tradición cultural o de una civilización
·
Ser un ejemplo
arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre una etapa significativa
de la historia de la humanidad.
·
Constituir un ejemplo
sobresaliente de hábitat o establecimiento humano tradicional, representativo
de una cultura.
·
Estar directamente asociado
con acontecimientos o tradiciones vivas, ideas, creencias, o con obras
artísticas o literarias de significado universal excepcional.
Podemos
reflexionar sobre estos criterios como lo expresa Bonfil en Pensar nuestra
cultura (1991), “los valores intrínsecos,
pretendidamente absolutos y universales, son siempre valores culturales, el
supuesto patrimonio universal no es otra cosa que la selección de ciertos bienes de diversas culturas en función de
criterios esencialmente occidentales”.
Es
muy frecuente que la población local posea una visión monumentalista y lejana
sobre el Patrimonio, ya que se tiende a valorar la historia de las clases dominantes
y poco o nada se tiene en cuenta a la historia popular.
En
muchas ocasiones también, luego de la declaratoria de la UNESCO la comunidad
local es relegada, y posee serios problemas para acceder al Patrimonio o ser
parte de los beneficios turísticos que esto conlleva. Tal es el caso de la
Quebrada de Humahuaca, en el norte de nuestro país.[1]
El valor simbólico del patrimonio cultural, como
expresión de una identidad y memoria colectiva y como un patrimonio vivido y
compartido, entra en contradicción con la lógica homogeneizante y comercial con
la cual se ha orientado la gestión actual de los patrimonios globales- locales.
[2]
¿Cómo
apuntar a un Turismo Sostenible en estos escenarios? ¿Cómo hacer frente a este
Patrimonio, sin ver a la UNESCO como el enemigo, sin pensar que lo global debe
ir en contra de lo local?
Quizás,
a la hora de planificar nuestro viaje, dejarnos sorprender. Y saber que no hay
mejor guía turística que la voz de un habitante local. Que el Patrimonio
valorado por una comunidad puede ser más brillante aún que cualquier Patrimonio
incluido en una lista elaborada por pocos.
-
Para
consultar la lista completa del Patrimonio de la Humanidad puedes dirigirte al siguiente
enlace:
-
Para
adquirir más información sobre la UNESCO, su página web es la siguiente:
http://www.unesco.org/
Marcela Navarro,
Estudiante de la Licenciatura en Turismo de la Universidad Nacional de Lanús,
colaboradora voluntaria del Instituto de Turismo Sostenible para América Latina y el Caribe
[1] Puedes encontrar el análisis
de este caso en el siguiente link:
http://www.scielo.org.ar/pdf/eypt/v18n2/v18n2a03.pdf
[2] Rosa María Guerrero
Valdebenito, Identidades territoriales y
Patrimonio Cultural: La apropiación del patrimonio mundial en los espacios
urbanos locales. Disponible en
http://web.upla.cl/revistafaro/n2/02_guerrero.htm
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