domingo, 22 de julio de 2012

¿Noruega, un ejemplo a seguir?

Desde el fin de la segunda guerra mundial, Noruega encuentre una expansión económica muy rápida y es actualmente uno de los países los más ricos del mundo con una política social muy desarrollada.

Su progresión económica se explica mayormente con el descubrimiento de petróleo y de gas natural en su costa (es actualmente el segundo exportador mundial de gas y el sexto de petróleo), pero tiene también otros recursos naturales importantes como minerales y productos del mar.

Noruega intenta desde hace tiempo encontrar soluciones alternativas para seguir exportando sus hidrocarburos pero con un espíritu de desarrollo sostenible nacional.

En efecto, la pequeña durabilidad de estos recursos está muy presente en la mente de la población y en las decisiones políticas, es por eso que el país invirtió mucho en un desarrollo sostenible, para no sufrir la era post-petróleo.





Una fuerte implicación


Los noruegos siempre han sido consientes de la riqueza de su entorno y fueron los primeros europeos sensibilizados por la ecología y el desarrollo de las energías renovables. Esta implicación sigue vigente ya que es ahora un líder de la Investigación y Desarrollo en estos temas.

Esta por ejemplo a la cabeza de algunos importantes proyectos actuales como la creación de un parque eólico con aerogeneradores más potentes del mundo, o centros de investigación sobre la explotación de corrientes oceánicas como fuente de energía.

Pero los proyectos más prometedores son sus investigaciones sobre lo que se llama la energía osmótica, con la inauguración en 2009 de una central dedicada a este tema.

El fenómeno de ósmosis caracteriza la reacción química provocada por el contacto entre agua salada y agua dulce. Este fenómeno libera la energía capaz de hacer girar una turbina generadora de electricidad. La técnica es todavía al nivel de prototipo pero podría seriamente volverse una fuente de energía renovable en el futuro.

Tiene en efecto importantes ventajas como la de ser una fuente estable e independiente de las condiciones meteorológicas. Su solo defecto es la necesidad de estar en proximidad de un estuario para construir una central.

Por consiguiente, si esta nueva fuente se desarrolla, permitirá a países desprovistos de montañas o de hidroelectricidad producir su propia energía verde con medios accesibles.

Y en lo que concierne a las políticas internacionales, Noruega se posiciona de manera independiente. En efecto, después de los fracasos parciales de Kyoto y Copenhagen, decidió reafirmar su voluntad personal, con un objetivo de reducción de un 30% de sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2020, en comparación al nivel de 1990.



Desarrollo humano e indicadores

En muchos de los indicadores de desarrollo del mundo, Noruega se sitúa en las primeras posiciones. Es por ejemplo uno de los países que tienen el nivel de IDH más alto gracias a una esperanza de vida al nacer de 81 años y un tiempo de estudios promedios de 12.6 años. Tiene un IDH siempre superior al promedio del OCDE desde el principio de los años 80 y esta tendencia no disminuyó desde esta época.

Posee también otros premios como la primera posición en los países con mejor libertad de prensa, un gobierno con el menor nivel de corrupción y fue declarado el país más pacífico del mundo en 2007, según el Global Peace Index.

Es también un buen ejemplo al nivel social porque los fondos obtenidos por los recursos energéticos son dedicados por gran parte a la mejora de las condiciones de vida de la población con por ejemplo la inversión creciente en becas de estudio.

Christelle.

Fotografías e información sobre Noruega: http://www.absolutnoruega.com/

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